21 abr 2007

23 Abril: Dia Internacional del Libro

Recuerdo cuando era pequeña y llegaban esos días de Navidad cuando mis padres indagaban unos días en los deseos de sus hijas, para sorprendernos con los regalos el día de los Reyes Magos.



Mi madre, que conocía mi afición por la lectura desde mi mas tierna infancia, me compraba libros y cuadernos, lapiceros mecánicos ultra modernos y bolígrafos con varias tintas de colores. Para mi ese día era esperado con gran ilusión, ya que sabia que tendría varios libros en los que sumergir la imaginacion y volar con las historias que se desarrollaban tanto en sus paginas como en mi mente. Muchos de ellos inspiraban en mi la necesidad de la escritura, con lo cual mi madre sabia que durante unos días no se podía contar conmigo para muchas cosas, ya que cuando no estaba leyendo, estaba escribiendo.



Otro de los regalos que casi siempre había entre los varios paquetes, era el de alguna muñeca, supongo que mi madre lo hacia para que de vez en cuando saliera a la calle a jugar a las mamas con el resto de las crías del barrio. Confieso que a mi las muñecas me daban poco para jugar, una vez que había investigado sus tripas mecánicas a aquellas que se movían o hablaban, abriéndoles la barriga o la espalda. Cuando encontraba el disco de plástico que repetía continuamente la misma frase al apretar el ombligo de ¨te quiero mama¨, ¨tengo hambre¨ y veía el motor a través de alguna rendija pequeñita, dejaba de interesarme para otro tipo de juegos. Pero no la dejaba en mi habitación sin mas, salia a la calle con ella para indagar que regalos habían recibido la chiquilleria de alrededor de casa. Mi muñeca era un valioso tesoro que utilizaba como trueque para mientras las crías jugaban con ella, yo me sentaba a leer los libros nuevos que aparecían por sus casas.



Gratos recuerdos de mi infancia que hoy comparto en este post!

5 comentarios:

Vico dijo...

Creo que nos parecemos en eso. Desde nina, los libros eran mi regalo mas preciado. Tu post esta lleno de ternura, que lindos recuerdos! Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡Cuántos recuerdos se comparten!

Tengo, desde pequeña, debilidad por los lápices.

Saludos

Chiara Boston dijo...

Yo, sin embargo, me armaba cada novelón con las muñecas!!!! Les hacía actuar los cuentos que leía.
(ahora que me doy cuenta, es lo mismo que hago con mis hijos.
:-(

Pobres víctimas de mi locura!

Qué lindo post!
Besitos, Meli

Elena Casero dijo...

Yo disfrutaba con los tebeos. Las lecturas las ocultaba para irme al baño. Así mi madre no me veía.

La verdad es que era un lujo.


Besos Meli

OLEASTRUM dijo...

Charruita,
Son siempre lindos recuerdos rodeados de mucha fantasia.

Vuelo rasante,
Que ilusion me hacian los plumuires llenos de lapices de colores!

Laurabaires,
Menos mal que hay diversidad! Seguro que tus hijos se lo pasan estupendamente jugando contigo!

Scriptorum,
Las lecturas siempre tenian un lugar especial, fuese el que fuese, seguro las disfrutabas muchisimo.

Besos para todas!